La cochinita pibil es más que un simple platillo; es una experiencia gastronómica que transporta directamente a las tierras de Yucatán. Su nombre proviene de la palabra maya “pib”, que significa enterrado, reflejando la tradicional técnica de cocción en un horno subterráneo.
Chata, una marca reconocida en la gastronomía mexicana, ha logrado capturar la esencia de este platillo en un práctico pouch de 215 gramos. Pero, ¿qué hace tan especial a la cochinita pibil de Chata? La respuesta radica en su compromiso con la autenticidad. Cada ingrediente, desde el achiote hasta el jugo de naranja, se selecciona y combina meticulosamente para recrear el sabor y aroma característicos de la cochinita tradicional.